Sobre propaganda e manipulacion - 1



NOAM CHOMSKY

FABRICANDO EL CONSENSO
El control de los medios masivos de comunicación (1993)


INDICE

Introducción
Primeros apuntes históricos de la propaganda
La democracia del espectador
Relaciones públicas
Fabricación de la opinión
La representación como realidad
La cultura disidente
Desfile de enemigos
Percepción selectiva
La guerra del Golfo

Noam Chomsky nació en 1928. Lingüista estadounidense de origen judío, profesor y activista político, licenciado por la universidad de Pensilvania, se le considera fundador de la Gramática generativa transformacional, que es un sistema original para abordar el análisis lingüístico y que ha revolucionado la lingüística.

Se incorporó al Instituto Tecnológico de Massachusetts (M.I.T.) en el año 1955 y se le conoce no sólo como profesor y escritor, sino también como opositor al involucramiento norteamericano en la guerra del Vietnam.

Además de figurar como eminente lingüista y destacado miembro del M.I.T, Noam Chomsky debería ser conocido por todos debido a sus incisivos análisis acerca de la sociedad, la economía y la política mundial. Sobre la base de sus extensos conocimientos, ha escrito una serie de libros de recomendada lectura para todos aquellos que quieran tener una visión diferente del mundo que nos rodea.

I Introducción

El papel de los medios de comunicación en la política contemporánea nos obliga a preguntar por el tipo de mundo y de sociedad en los que queremos vivir, y qué modelo de democracia queremos para esta sociedad. Permítaseme empezar contraponiendo dos conceptos distintos de democracia. Uno es el que nos lleva a afirmar que en una sociedad democrática, por un lado, la gente tiene a su alcance los recursos para participar de manera significativa en la gestión de sus asuntos particulares, y, por otro, los medios de información son libres e imparciales. Si se busca la palabra democracia en el diccionario se encuentra una definición bastante parecida a lo que acabo de formular.

Una idea alternativa de democracia es la de que no debe permitirse que la gente se haga cargo de sus propios asuntos, a la vez que los medios de información deben estar fuerte y rígidamente controlados. Quizás esto suene como una concepción anticuada de democracia, pero es importante entender que, en todo caso, es la idea predominante. De hecho lo ha sido durante mucho tiempo, no sólo en la práctica sino incluso en el plano teórico. No olvidemos además que tenemos una larga historia, que se remonta a las revoluciones democráticas modernas de la Inglaterra del siglo XVII, que en su mayor parte expresa este punto de vista. En cualquier caso voy a ceñirme simplemente al período moderno y acerca de la forma en que se desarrolla la noción de democracia, y sobre el modo y el cómo es que el problema de los medios de comunicación y la desinformación se ubican en este contexto.

II Primeros apuntes históricos de la propaganda

Empecemos con la primera operación moderna de propaganda llevada a cabo por un gobierno. Ocurrió bajo el mandato de Woodrow Wilson. Este fue elegido presidente en 1916 como líder de la plataforma electoral Paz sin victoria, cuando se cruzaba el ecuador de la Primera Guerra Mundial. La población era muy pacifista y no veía ninguna razón para involucrarse en una guerra europea; sin embargo, la administración Wilson había decidido que el país tomaría parte en el conflicto. Había por tanto que hacer algo para inducir en la sociedad la idea de la obligación de participar en la guerra. Y se creó una comisión de propaganda gubernamental, conocida con el nombre de Comisión Creel, que, en seis meses, logró convertir una población pacífica en otra histérica y belicista que quería ir a la guerra y destruir todo lo que oliera a alemán, despedazar a todos los alemanes, y salvar así al mundo. Se alcanzó un éxito extraordinario que conduciría a otro mayor todavía: precisamente en aquella época y después de la guerra se utilizaron las mismas técnicas para avivar lo que se conocía como Miedo rojo. Ello permitió la destrucción de sindicatos y la eliminación de problemas tan peligrosos como la libertad de prensa o de pensamiento político. El poder financiero y empresarial y los medios de comunicación fomentaron y prestaron un gran apoyo a esta operación, de la que, a su vez, obtuvieron todo tipo de provechos.

Entre los que participaron activa y entusiásticamente en la guerra de Wilson estaban los intelectuales progresistas, gente del círculo de John Dewey. Estos se mostraban muy orgullosos, como se deduce al leer sus escritos de la época, por haber demostrado que lo que ellos llamaban los miembros más inteligentes de la comunidad, es decir, ellos mismos, eran capaces de convencer a una población reticente de que había que ir a una guerra mediante el sistema de aterrorizarla y suscitar en ella un fanatismo patriotero. Los medios utilizados fueron muy amplios. Por ejemplo, se fabricaron montones de atrocidades supuestamente cometidas por los alemanes, en las que se incluían niños belgas con los miembros arrancados y todo tipo de cosas horribles que todavía se pueden leer en los libros de historia, buena parte de lo cual fue inventado por el Ministerio británico de propaganda, cuyo auténtico propósito en aquel momento -tal como queda reflejado en sus deliberaciones secretas- era el de dirigir el pensamiento de la mayor parte del mundo. Pero la cuestión clave era la de controlar el pensamiento de los miembros más inteligentes de la sociedad americana, quienes, a su vez, diseminarían la propaganda que estaba siendo elaborada y llevarían al pacífico país a la histeria propia de los tiempos de guerra. Y funcionó muy bien, al tiempo que nos enseñaba algo importante: cuando la propaganda que dimana del Estado recibe el apoyo de las clases de un nivel cultural elevado y no se permite ninguna desviación en su contenido, el efecto puede ser enorme. Fue una lección que ya había aprendido Hitler y muchos otros, y cuya influencia ha llegado a nuestros días.


5 opinions:

Anónimo

O portavoz de Ciutadans-Partit de la Ciutadanía e futuro candidato por Barcelona ás eleccións xerais, Albert Rivera, reclamou hoxe a "condena" da "propia ideoloxía nacionalista" porque, na súa opinión, é unha “lacra” e a "semente do odio".
todo dialogo e valores democraticos!

Anónimo

hohohohohohohoho, don henry voltou das vacacións como bo funcionario que é.
O albert Rivera ese é o tipo ese militante da ala máis ultradereitista do PP que montou un partido propio???

Anónimo

Empezaron por condenar aos comunistas, pero eu non me preocupei porque eu non o era....

O que non poden vencer porque son sentimentos dun pobo, dereitos dun pobo, tentan prohibilo.

blancolexitimo

1, 2 e 3. Albert Rivera esta caendo no mesmo erro que critica nos demais.
Un nacionalismo sectario esta levando a Ciutadans a un antinacionalismo especular.

En Ciutadans de Catalunya estaba parte da esquerda catalana non nacionalista que vai abandonando o barco pouco a pouco.

Decir que Rivera montou o partido e non ter nin idea do proceso.

Como conto na ultima entrada, eu tampouco estou de acordo coa derrota que toma a organizacion polo que, simplemente, abandonei discretamente o barco.

Se algo lle conven o nacionalismo e que alguen asuma un papel antinacionalista coa mesma virulencia ca eles.

E a lei do pendulo que, na politica europea, e unha dialectica trasnoitada.

Saude

Anónimo

Creo señor henry que o que non se entera de nada é vostede, o partido(?) montou o PP en Cataluña, e pode que alguén da esquerda(?) se metese.
O partido ese ao qyue vostede se refire é a cadea de transmisión da dereitona ultranacionalista española.
Quen non se entera de nada é vostede.
recomendolle viaxar un pouquiño e pasarse un día por alí e deixarse de tragar tanta merda nos medios de comunicación que vostede visita.
Por certo, saberá que o PP xa está desmonstando os chirirngos, non??? por fin acptou de que lles ía sacar maśi votos a eles que ao psoe como pretendía.
de feito o partido(?) ven de autodisolverse en catañuña, tendo que elixir unha nova dirección.